Cuentas uno, dos, tres y vuelves a contar, tirando números en el abismo nunca llegarás a cien.
Miras una, otra y otra vez la misma pintura, si la miras nuevamente siempre estará fresca.
Escribes, escribes y vuelves a escribir, tu libro de polvo lentamente se desgrana en tus manos arrugadas.
Preguntas cada cinco, cada tres, cada dos minutos, idénticas dudas hambrientas después de la cena.
Cuentas una, dos y tres veces la misma historia…
[El Lobo se come las migas]
[N.O.]
2 comentarios:
Como andas Chorch, dejate de hacerte el intelectualoide de mierda, yo te conosco sos tremendo hijo de puta.
Che no entiendo de que mierda habla este blog, de todas maneras te voy a empesar a comentar, salud.
Gracias Vector, vos también sos tremendo hijo de puta.
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